Si bien pasó hace mucho tiempo, hoy me parece mucho mas evidente. Sabía que la realidad se podía adornar de las maneras mas ingeniosas posibles, pero hoy ya no hay adorno que pueda llamar mas la atención que la misma verdad. Nunca pensé que llegaría el día en que las mariposas se secaran y desvanecieran del cielo que tanto había admirado; que las estrellas mas brillantes apagarían sus poderosas llamas que llenaban de emoción hasta al ser mas insensible y despistado.
No logro entender aun como pasó, solo se que hay un camino que me puede salvar... ¿Me encontraré con lo que tanto busco si lo sigo hasta el final?... ¿Vale la pena seguir pensando si sería correcto hacerlo o no?
Un montón de preguntas invaden mi mente a cada segundo haciendo crecer la inseguridad, solo hay una cosa que está muy clara en este momento y es que el mundo se volvió completamente invisible, se perdió en los recuerdos mas oscuros, y ya no se si algo o alguien puede cambiar este triste destino, por ahora solo queda decir adios y que la fragil memoria del ser humano descance de una vez , que deje atras toda la escencia de la vida que ya... a nadie mas le ha de importar.
1 comentario:
Puede volverse de polvo el mundo, y desvanecerse su piel poco a poco hasta hacerse arena tan fina que ni siquiera su roce importe.
El mundo es mundo, y no mucho más que eso, pero hasta hoy sigue dándole espacio a los ecos de aquellos que no dejan de mirarte para siquiera intentar una vibración que haga de ese segundo un color diferente.
Tu cuento me recordó un poema corto de Borges, tal vez él también sabría que música te gustaría oir:
EL Suicida
No quedará en la noche una estrella.
No quedará la noche.
Moriré y conmigo la suma
del intolerable universo.
Borraré las pirámides, las medallas,
los continentes y las caras.
Borraré la acumulación del pasado.
Haré polvo la historia, polvo el polvo.
Estoy mirando el último poniente.
Oigo el último pájaro.
Lego la nada a nadie.
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